Lo prometido es deuda y aquí va el segundo artículo de algo que descubrí en Pharmacy Magazine: el Shopper Science Lab que GSK que ha abierto hace unas semanas en Brentford, muy cerca de Londres.
¿De qué se trata? El Shopper Science Lab es un espacio creado para conocer qué quiere el consumidor, cómo compra, si le gusta el producto, qué le gusta más, cómo se mueve dentro del establecimiento y mucho más, con el fin de descubrir qué quiere «exactamente» el usuario para encontrar un retorno a la inversión de cada uno de los productos antes.
El centro, con más de 1000m2, está diseñado por Pope Wainright y en él se pueden encontrar pantallas táctiles, herramientas biométricas para analizar la cara y la piel del usuario (ver pequeñas expresiones imperceptibles a los ojos humanos) con el fin de analizar el subconsciente y reacciones emocionales que nos influyen en el proceso de compra.
Imagen obtenida de Dexigner.com
Dentro del laboratorio hay diferentes áreas que inlcuyen: una farmacia, un establecimiento de venta, y salas para hacer focus groups de productos. Otros de los elementos que se usan en este espacio son herramientas para «seguir» el movimiento de los ojos de los «consumidores» con el objetivo de lanzar al mercado productos «que se vendan solos» casi, sin miedo a que el consumidor no le gusten.
Una interesantísima iniciativa que va a dar mucho que hablar y la pregunta es ¿se puede ir a probar? Y la respuesta es… no sé pero… si voy, os lo cuento seguro.